viernes, 14 de septiembre de 2007

Los Museos Virtuales

Para empezar a hablar de museos virtuales hay que tocar el tema de la globalización, debido a la red de telecomunicaciones en la que se encuentra nuestro planeta, en gran medida mediante conexiones que provienen del espacio donde centenares de satélites artificiales reciben y transmiten señales que transportan información de todo tipo. Pero yendo al tema que más nos interesa, las artes también se han beneficiado notablemente con estas nuevas conexiones, debido a que en la actualidad los principales museos del mundo se encuentran inmersos en Internet.
Los llamados museos virtuales poseen interactividad con el usuario de la red permitiéndole pasar de un cuadro a otro o seguir una visita guiada paso a paso, con toda suerte de indicaciones y explicaciones críticas. Al igual que un museo real, a la salida, también podría hacer alguna compra (aunque a distancia claro) en la boutique del museo virtual.
Para crear un museo virtual generalmente se comienza por diseñar una "página" en Internet. Es necesario convocar a informáticos debidamente capacitados en el desarrollo de "sitios" en la World Wide Web (www) y crear una nueva "conciencia digital" en la comunidad de expertos en museos, asociaciones de amigos, directores, curadores, guías, restauradores, historiadores, bibliotecarios, coleccionistas y finalmente visitantes (usuarios de Internet). Aunque la tarea es muy compleja y los resultados no se logran en un abrir y cerrar de ojos es indispensable intentarlo. Se podría decir que un museo que no participe en la red pasará a formar parte de las reliquias de la cultura.
Si está bien diseñado, su contenido en Internet puede convertirse en una obra genuina de arte digital. Hay muchas páginas en Internet que ya se han consagrado como tales, por ejemplo las del MOMA de New York (que abrió una muestra fascinante que se llama "El museo como musa"). La renovación es prioritariamente importante en el museo virtual, como en el museo real, ya que es considerada una vital condición de supervivencia. Para lograr que una página sea atractiva, interesante y de calidad, es necesario la colaboración de todos los profesionales del museo que aportan lo suyo y se encargan de actualizar su página permanentemente, y la ayuda de los expertos en diseño, y técnicos informáticos. De lo contrario la página decaerá en poco tiempo y ya no será atrayente para ningún visitante.
Los museos virtuales son cientos en el mundo, pero es necesario hacerse conocer, un buen método es difundir nuestro sitio entre los "buscadores" más conocidos en la www (Yahoo, Google, por ejemplo). Para eso es necesario saber presentar (y actualizar constantemente) las categorías de las obras y los indicadores de actividades del museo, conviene compartir la vida real cotidiana del museo (por ejemplo utilizando cámaras digitales que registren on line algunas actividades de interés, sistemas de videoconferencias, foros por internet, correo electrónico para consultas, computadoras en red en el propio museo).También se encuentran en Internet casas de subastas de arte con una presencia comercial cada día más importante.
Todo esto conformará un organismo en constante crecimiento y renovación. Se esta hablando de "otro museo", de un museo virtual paralelo con el real, su complementario en el ciberespacio, con vida propia. Es más, hay casos de museos virtuales que no tienen existencia física sino puramente digital. La imagen del edificio del museo es un montaje fotográfico, los cuadros que están expuestos están colgados de muros simulados por computadora, la visita es una construcción íntegramente virtual. Una experiencia parecida a la real, pero desde la comodidad de nuestros hogares.
Esta es la nueva manera en la que los museos presentan sus tesoros al mundo entero, ahora sólo queda explorar

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